La accesibilidad es uno de los temas más recurrentes en lo relacionado a la vivienda. Son diversas las cuestiones que nos pueden llevar a necesitar adaptar tu casa para personas con discapacidad.
Las personas mayores, los accidentes o cualquier otra cuestión pueden ser claros ejemplos de ello.
Se puede considerar una vivienda accesible aquella que está completamente exenta de barreras que dificulten el libre movimiento en el interior de la misma. Por ello, a continuación, en Palanca Fontestad os vamos a mostrar una serie de consejos con los que adaptar tu casa para personas con discapacidad.
Adaptar tu casa para personas con discapacidad
Evita los desniveles
Los desniveles se han convertido en uno de los grandes inconvenientes para adaptar tu casa para personas con discapacidad. Por tanto, si tu vivienda los tiene, es importante que trates de evitarlos. Para ello, una buena solución podría ser la instalación de plataformas elevadoras verticales o sillas salvaescaleras.
Presta atención al suelo
Para las personas con movilidad reducida es importante que los suelos de la vivienda estén fabricados con materiales antideslizantes. Gracias a ellos conseguirán una mejora en su confianza a la hora de desplazarse.
Además, es importante que evitemos al máximo el uso de alfombras. Así como cualquier otro elemento que transmita inestabilidad. Asimismo, evita los muebles o espejos apoyados en el suelo a la hora de adaptar tu casa para personas con discapacidad.
Libera los pasillos de muebles
La mejor manera de conseguir que nuestro hogar sea una vivienda accesible es permitiendo a todos sus habitantes que se puedan mover de manera libre. Sin obstáculos.
Los muebles son uno de los principales hándicaps, debido a que las sillas de ruedas necesitan de espacios libres. Por ello, debe de haber un espacio de, al menos, 150 centímetros en cualquier lugar de la casa.
Adapta las puertas
Las puertas son uno de los principales obstáculos para las personas que gozan de una movilidad reducida. El ancho que éstas deben de tener hay que situarlo en, como mínimo, 80 centímetros.
Si tu casa no dispone de esta medida, es conveniente que reformes el ancho de todas las puertas. De lo contrario, no cabría una persona que se desplace en silla de ruedas en su interior.
En cuanto al sistema de apertura, la mejor opción es optar por las puertas correderas. Éstas permiten el acceso a las habitaciones sin esfuerzo por parte de las personas con movilidad reducida. Por este motivo, en las casas para personas con discapacidad, la ausencia de barreras físicas es una de las principales motivaciones que se deben de perseguir.
Las casas para personas con discapacidad deben de seguir una serie de premisas básicas con las que adaptarse a sus inquilinos. Siguiendo estos consejos, conseguiremos elevar el nivel de vida de todos los inquilinos a un nivel superior. De esta manera, conseguiremos un espacio mucho más abierto, libre de obstáculos..
Escoge entre las diferentes opciones a la hora de adaptar tu casa para personas con discapacidad. ¡Olvídate de barreras!