Cuando se tiene una vivienda en bienes gananciales estando casadas dos personas, muchas con las dudas que nos asaltan en caso de divorcio. Más aún cuando la propiedad de la vivienda corresponde a un solo de los cónyuges. En este post te contamos algunos casos para que conozcas cómo funciona el régimen de gananciales con los bienes inmobiliarios en casos de separación.
Vivienda en bienes gananciales y separación
Según fuentes del Consejo General del Poder Judicial, en el primer trimestre de 2019, los divorcios aumentaron en España un 1,2% con respecto al mismo periodo del año anterior. Esto supone siempre un quebradero de cabeza en caso de convivir en una vivienda en propiedad, no alquilada. Ya que la separación hace que ambos cónyuges tengan que decidir quién se queda con la vivienda, o si se vende, principalmente cuando se trata de una vivienda en bienes gananciales.
El régimen de bienes gananciales se establece por defecto en los matrimonios, de manera que si no se median capitulaciones, éste será el reparto económico de la pareja excepto en algunas comunidades autónomas en las que el carácter general de las uniones legales es en régimen de separación de bienes. Como es el caso de: Aragón, Baleares, Cataluña, Navarra y algunas zonas de País Vasco.
Yo compré la casa por tanto es mía…
Cuando se produce un divorcio y los bienes están, como la vivienda, en bienes gananciales, es importante que el cónyuge que compró la casa demuestre que, en su momento, lo hizo con fondos privativos. Si es así, éste tendrá derecho a exigir a la otra parte que le devuelva el importe actualizado. Tiene derecho de reembolso a su favor.
Esto quiere decir que aunque se trate de una vivienda en bienes gananciales, el cónyuge que comprara la casa con dinero privativo para la sociedad de gananciales, podría recuperarla en el caso de separarse. Esto se desprende de una reciente aclaración del Tribunal Supremo en este tipo de situaciones que suelen producirse en los divorcios.
Comprar una casa es una inversión para la pareja
Aunque un divorcio es algo desagradable para todos, y más aún si hay hijos de por medio, haber comprado una vivienda con tu marido o mujer no tiene porqué ser un problema, sino una inversión para toda la vida de la que se pueden ver beneficiados los hijos, o una o ambas partes del matrimonio. Siempre se puede vender y repartir las ganancias, o mantenerla como vivienda habitual del cónyuge que posea la custodia de los hijos, por ejemplo. En Palanca podemos ayudarte a vender tu casa en caso de divorcio. Consúltanos, te escuchamos.