Vivimos en un mercado de libre comercio, regido por la ley de la oferta y la demanda. Bajo esta premisa, se supone que elegir un precio correcto para imponerle a una vivienda que se quiere vender debería ser una cuestión de cálculo sencillo. Tanto vale, tanto cuesta. Sin embargo, el precio de una vivienda no tiene nada que ver con el de la leche o los huevos y, en este caso, lo que marca la diferencia es contar con un adecuado asesoramiento por parte de un profesional inmobiliario.
¿En qué se basa el valor de tu casa?
Si el precio de una vivienda es demasiado bajo, perderás dinero. Pero si es demasiado alto, también, ya que evidentemente no se venderá. No te dejes confundir, existen unos valores objetivos claros que te pueden evitar disgustos, y que se resumen en los siguientes puntos:
- Situación del Mercado Inmobiliario en ese Momento
- Ofertas similares a la suya y financiación actual.
- Estado de la vivienda y su percepción por parte del comprador.
- Situación y la zona donde se encuentra el inmueble
Factores en los que NO se basa el precio de una vivienda
Un error muy común a la hora de vender nuestro piso, casa, o propiedad inmobiliaria es dejarnos llevar por nuestra experiencia personal. «Es que a mí me costó tanto…», «es que no sé quién ha vendido el piso de al lado por tanto y yo no voy a ser menos…». Olvídate de estos 6 puntos y le irá mejor, garantizado:Lo que necesita para vender.
- Lo que te has gastado en ella.
- Lo que usted quiere.
- Lo que vale la que vas a comprar.
- Lo que te dijo el vecino.
- Tus sentimientos con respecto a la vivienda.
Si aún así, sigues sin tenerlo claro, en Inmobiliaria Palanca Fontestad siempre realizamos un análisis exhaustivo de tu casa, y la comparamos con las ventas reales en la zona. Y con esta información, nos sentamos contigo y decidimos un buen PUNTO DE PARTIDA. Porque los mercados pueden cambiar rápidamente y tenemos que ser capaces de ajustarnos a ellos.